EL MUNDO DE HEDONIA.

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EL MUNDO DE HEDONIA: Este un blog informativo tiene como función oportunamente notificar al lector/cibernauta de lo más novedoso y destacado de los espectáculos y la cultura: música, conciertos, cine, teatro y literatura en México y en España. Este muestra una dualidad, ya que abarca la mejor parte de lo comercial y de lo alternativo. Su periodicidad es diaria.

jueves, 29 de agosto de 2013

Presenta el fotógrafo Óscar Villanueva le exposición “Sonríe” en la Casa Refugio Citlaltépetl. Se inaugura este jueves 29 a las 20:00 hrs


Gaby Gazcón
Dirección General

Violetta, Israel y Viktor
Colaboradores

María Esther Beltrán Martínez
Corresponsal en España

Presenta el fotógrafo Óscar Villanueva le exposición “Sonríe” en la Casa Refugio Citlaltépetl.
Se inaugura este jueves 29 a las 20:00 hrs


Sonríe nos muestra la faceta de Óscar Villanueva como retratista, nos exhibe su fanatismo por la música y por el gesto de una manera honesta. Su trabajo no es el de alguien que retrata a una celebridad exaltando la mejor postura, cada toma devela un intimismo particular y deslumbrante por el universo ajeno, una inquietud por el origen de la palabra y del sonido. En cada una de las piezas, el fotógrafo nos permite ver un poco del eco del sujeto capturado, nos lleva a un lugar entre las artes. Así, Óscar Villanueva logra con una elegancia discreta, trasmitir su fascinación por el trabajo que sus modelos ejecutan: cada una de las fotografías concentra su relación emotiva con lo que mira y se abre en cada disparo un poco de su envergadura como persona.
Esta exposición está cargada de inocencia y de amplitud. En ella se desnudan las notas con tonos fríos y alegría por la vida. El trabajo de Óscar Villanueva ostenta el gusto por la presencia de su ánimo ante el sujeto, sus intereses se hacen tangibles al deponer la belleza del retratado por la intimidad y la convivencia. Los retratos reunidos en SONRÍE exhiben a un fotógrafo gustoso y repleto de recuerdos con sus modelos, de un tiempo de encuentro cuando menos fructífero. Las personas que recorran esta exposición lo harán con cercanía y observarán a los retratados abrirse ante una lente que extrae del gesto una nota que no se escribe con máquinas o melodías, un sonido que explica la música y el verbo, y al propio fotógrafo, de otra manera, desde el silencio.


Óscar Villanueva nació en la ciudad de México en 1977. Es egresado de la Escuela Nacional de Artes Plásticas de la Universidad Nacional Autónoma de México, donde se especializó a través de distintos cursos en fotografía. Desde el 2007 ha colaborado continuamente en diferentes revistas y medios de la prensa musical mexicana como La Mosca, Indie Rocks!, Grita Fuerte, Dónde Ir, MeHaceRuido, Marvin, Filter, El Fanzine, Rolling Stone, Spin, Embogazine, Fanzine Elemental, Código 06140, entre otras.

Desde principios de los 2000 ha participado en varias exposiciones colectivas, como la más reciente, en 2012: “Siempre es Hoy. A Photo Exhibit of Musical Proportions” en el Orange County Center for Contemporary Arts de California, Estados Unidos, en la que su fotografía de Juan Cirerol se empleó como imagen del evento.
Entre sus retratados están Nick Cave, Chan Marshall, James Blake, Hello Seahorse, Jason Pierce, CocoRosie, A Place to Bury Strangers, Martin Thulin, Sam France, Foals, Ceremony, Patrick Carney, Micah P. Hinson, Marcela Viejo, Bernard Sumner, Juan Cirerol, Jim James, Mexican Dubwiser, Jesse Ebaugh, David Lachapelle, Javiera Mena, Maurizio Terracina, Stephin Merrit, Alec Empire, Annie Clark, Noel Gallagher, Adanowsky, Daniel Gutiérrez, Brian Borcherdt, Battles, DJ Shadow, Adrián “Dárgelos” Rodríguez, Gil Cerezo, Gang Gang Dance, Nick Zinner (imágen de esta exposición), Tim Booth, Kaki King, Françoise y Brezel Göring (Stereo Total), Charlie Monttana, Feist, Silverio, Kashmir, Deerhunter, Robbie Furze, Lino Nava y Héctor Quijada (La Lupita), Cristina Rosenvinge, Omar Rodríguez (The Mars Volta), Hugh Harris, Fran Healy, Luke Pritchard, Vivian Girls, Juan Son, Grant Gee, y muchos más.


Existe una fascinación ancestral por la representación del cuerpo y más aún por el rostro. Las artes han dedicado gran parte de su labor a situar el retrato como uno de sus pilares; incluso antes de que se pudiera llamar arte, el cuerpo y el rostro ya estaban presentes en los muros de las cavernas como testimonio. Las caras y bustos, tanto de reyes como de campesinos, han franqueado todas las épocas y las corrientes artísticas y nunca se ha dejado de producir.

El retrato se ha adaptado a todos los medios y a todas las culturas. El cine, la literatura, la escultura y, claro, la fotografía no son ajenos y lo han retomado y vuelto un fenómeno de aspiraciones únicas. El retrato ha sido el vehículo para encontrar significado a la piel, para formar y deformar el mundo, para configurar al otro desde una óptica individual. No es sólo la reproducción perfeccionista, es la búsqueda de la comprensión, es el encuentro con la mirada; es hallar algo en lo profundo de los gestos, en ese espacio íntimo que nace entre el retratista y el retratado en que se explora el abismo de la vida.
La fotografía más que ninguna otra arte ha hecho de el retrato su sello. Incluso los aficionados, vestidos de turistas de la modernidad, lo utilizan para recoger sus memorias y decorar sus álbumes y paredes con recuerdos de familia y amigos. Pero como arte, el retrato fotográfico ha buscado caminos asombrosos en la plata y el lente para plasmar al sujeto, para explorarlo. Con la suerte de lo idéntico en la mano, ha escudriñado en la luz, en la sombra, en los colores y en la impostura para crear un simulacro entrañable. El retrato fotográfico ha sondeado ese momento en el que el “verdadero” personaje se asoma para poder, en una sola toma, exhibir ese “algo” que nunca antes habíamos reparado en las personas.

El fotógrafo nos revela aquello que sólo él percibe, lo que se esconde de la mirada ordinaria en la sonrisa o en la inexpresividad. Retratar es un diálogo discreto al que se nos invita por medio de la impresión y la distancia. En un retrato leemos el entusiasmo, las inquietudes o aquel punctum indiscreto del sujeto, pero también se nos abre la mirada del artista, la del observador nómada y cautivado. Retratar es entender y explicar al otro, es una forma de construir al personaje y de edificar un mundo, pero también a sí mismo.


Óscar Villanueva presenta “Sonríe” en la Casa Refugio Citlaltépetl, ubicado en Citlaltépetl 25, Col. Hipódromo Condesa, Del. Cuauhtémoc.

Duración: 29 y 30 de agosto

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