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Gaby
Gazcón
Dirección
General
Magaly,
Israel y Viktor
Colaboradores
María
Esther Beltrán Martínez
Corresponsal
en España
Picasso,
Dalí, Miró, Magrite y Toulose-Lautrec entre los artistas destacados
Diego
Rivera presente en la exposición de
carteles
del Museo Carmen Thyssen Málaga
María
Esther Beltrán Martínez
Andalucía,
España.- El museo Carmen Thyssen de
Málaga exhibe setenta carteles de
artistas renombrados a nivel internacional
como Picasso, Dalí, Miró Toulouse- Lauctrec y Diego Rivera entre otros.
Carteles de artistas.
La
exposición titulada De Toulouse- Lauctrec a Jeff Koons está dividida en secciones con temáticas
diferentes Entre los que se encuentra Pioneros en la que se evoca el ambiente
parisino de la época, con obras de Toulose- Lautrec, Bonnard y Vuillard, junto
al precursor y maestro litógrafo Chéret, e intérpretes del art nouveau como
Grasset y Mucha. Comienza el espectáculo,
expone obras que se utilizaban para anunciar los eventos
culturales por artistas como Braque, Léger,o Duchamp. En Vender con arte
queda recogido los carteles con marcas
comerciales como Camperi, Aire France o Perrier que fueron usados como
soportes publicitarios por artistas como Depero, Vasarely o Dalí,. El último
capítulo de la exposición se titula Prohibido fijar carteles y muestra los
carteles artísticos que se asociaron a ideologías políticas marcadas por los
numerosos conflictos de la época. Algunas de las obras más representativas son
de Málevich, Miró, Picasso y la obra Leonardo Ruíz Pineda, 21 octubre 1953,
C.1956. Seregrafía 46x62 cm. realizada por Diego Rivera.
Este
cartel es uno de los mejores y desconocidos de Diego Rivera, le fue encargado
en 1956 por el editor venezolano Agustín Catalá para conmemorar el asesinato
del abogado y político venezolano Leonardo Ruíz Pineda, represaliado en un
tiroteo por su oposición a la dictadura militar de Marcos Pérez Jiménez, en
Caracas, el 21 de octubre de 1952, junto a otros miembros del partido que había
fundado Acción Democrática.
Sin
duda es un descubrimiento ver este cartel en el que muestra una faceta distinta
a la acostumbrada del artista mexicano.
Las
piezas pertenecen a la Colección Joseluis Rupérez, una de las más importantes
de España en este ámbito del cartel de artista como por su extensión.
Para
Rupérez se logró que las salas del museo se conviertan en las calles de París a
finales del siglo XIX donde se veían los carteles en las calles principales de
la ciudad luz.
José
Piqueras curador de la exposición explica que el cartel en los años cincuenta
es cuando comienza evolucionar en Estados Unidos lo mismo pasa en Europa. “Surgen pronto
prestigiosas citas culturales, como el Festival de Spoleto en 1957, cuyo cartel
de 1967 firmado por Richard Linder - quien hizo ilustraciones para Vogue,
Harper’s Bazaar y
Fortune- nos atrae con su colorido pop y sus extraños personajes...
Algunas aportaciones provienen de pintores como Marc Chagall, autor del cartel
Metropolitan Opera, Lincoln Center NY, 1966. Ya mayor, pero en estado de
gracia, acababa de pintar el techo de la ópera de París para el que se editaron
carteles conmemorativos litografiados por Sorlier. La Met Opera le encargó los
decorados para La flauta mágica de Mozart y dos murales para el vestíbulo que
ahora atrapa con el magnetismo de sus imágenes ingrávidas y su particular mundo
de raíces bíblicas. El cartel recoge un fragmento del mural El triunfo de la
música, en concreto una escena
relacionada con la ópera más
completa que la utilizada como cartel inicial”.
Lourdes
Moreno, directora del Museo explica que para algunos artistas de la modernidad,
el cartel fue una prolongación de su propia actividad creadora, éste es el caso
de Matisse o Picasso; para otros supuso una simbiosis con su propio estilo,
como sucede con Warhol u otros artistas de la estética del pop. “Pero en esta
exposición, en que los carteles se han agrupado en tres grandes capítulos
temáticos encontramos sobre todo la rica diversidad de motivaciones, estilos e
intereses de los artistas a la hora de enfrentarse al diseño de carteles”.
Moreno
destaca que Durante la Primer Guerra mundial el cartel alcanzó una dimensión
inesperada. El poder que ejercía sobre
la colectividad sirvió para congregar, reclutar, enviar mensajes de seguridad,
mantener la moral de las tropas o de la ciudadanía
o incluso, para conseguir la financiación. A partir de este momento, demostrada
su fortaleza, el cartel estuvo al servicio de los conflictos bélicos y de la revolución en numerosas
ocasiones. Las guerras terminaron consagrando
su capacidad de comunicación.
En
el catálogo exprofeso para la exposición explica Moreno que en 1937, Joa Miró
fue requerido para realizar un sello de franco en beneficio del Gobierno
español de la República. Imaginó una figura con el puño en alto, con un brazo
de proporciones distorsionadas exageradamente grandes, para llamar la atención
con ese gesto airado. El personaje aparece tocado con barretina y vestido con
los colores rojo y amarillo de la bandera española, sobre un tono azul que
acentúa los colores.
Mientras
que el malagueño Picasso volvió a utilizar a una de sus palomas, realizadas en
la imprimerie Mourlot como imagen para el cartel del Second World Congress of the Defenders of Pace, en
Sheffield, 1951, tras el éxito obtenido por el cartel del congreso celebrado en
París en abril de 1950.
La
exposición envuelve al visitante no sólo por la historia que cuenta y nos
muestra como si la creatividad de los
artistas que las realizaron. Con esta exposición finaliza el año y se recibe el
2016.
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