Gaby
Gazcón
Dirección
General
Violetta,
Israel y Viktor
Colaboradores
María
Esther Beltrán Martínez
Corresponsal
en España
Libros:
Anuncian la
llegada de Inferno de Dan Brown a librerías este 15 de mayo
Dan Brown
combinó en sus bestsellers internacionales "El código Da Vinci",
"Ángeles y demonios" y "El símbolo perdido" historia, arte,
códigos y símbolos.
En su
fascinante nuevo thriller, Brown recupera esa esencia con su novela más
ambiciosa hasta la fecha, Editorial Planeta anuncia que imprimirá 1,000,000 de
ejemplares en español.
La
historia
En el
corazón de Italia, el catedrático de Simbología de Harvard, Robert Langdon, se
ve arrastrado a un mundo terrorífico centrado en una de las obras maestras de
la Literatura más imperecederas y misteriosas de la Historia: el Infierno de
Dante.
Con este
telón de fondo, Langdon se enfrenta a un adversario escalofriante y lidia con
un acertijo ingenioso en un escenario de arte clásico, pasadizos secretos y
ciencia futurista. Apoyándose en el oscuro poema épico de Dante, Langdon, en
una carrera contrarreloj, busca respuestas y personas de confianza antes de que
el mundo cambie irrevocablemente.
Dan Brown
es autor de los bestsellers internacionales "El símbolo perdido"
(Planeta, 2009) y "El código Da Vinci" (Umbriel 2003 / Planeta,
2010), la novela más vendida de todos los tiempos (81millones de ejemplares),
que ha sido traducida a 51 lenguas y que es uno de los diez libros más leídos
del mundo junto con la Biblia. Por su parte, El símbolo perdido vendió cerca de
30 millones de ejemplares en el mundo y fue traducido a 48 lenguas. Tras el
éxito de El código Da Vinci se publicaron las novelas anteriores de Dan Brown,
"La fortaleza digital" y "La conspiración" (Planeta, 2011).
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Presenta
Betina González su más reciente novela “Las Poseídas”
La obra
está ambientada en su natal Buenos Aires, después de las dictaduras militares.
La más
reciente novela de Betina González, Las Poseídas, fue ambientada en un
internado femenino de Buenos Aires en los años siguientes a las dictaduras
militares y la guerra de las Malvinas. Tiene muchos recuerdos y vivencias
personales, pero también muchas lecturas y una historia mil veces narrada sobre
la adolescencia y la vida en un internado.
El núcleo
temático de Las Poseídas es el difícil trance de la adolescencia, el vaivén de
brumosas y contradictorias sensaciones en que María -la narradora- se debate,
al igual que sus compañeras, mientras se va forjando su personalidad adulta.
En torno
a este motivo medular se apuntan o desarrollan otros: el oscuro pasado de
personajes como Felisa, que fascina a las colegialas y explica los turbios
recovecos de su comportamiento; los distintos grupos o clanes que se forman en
el colegio; los gestos, a veces instintivos, de rebeldía frente a las normas
establecidas -materializadas incluso en acciones triviales como la de subirse
unos centímetros la falda para dejarla por encima de la rodilla-; la ruptura
familiar, que deja en muchas de estas jóvenes una cicatriz irrestañable y una
sensación mixta de abandono, despego y liberación. María, por ejemplo, recuerda
su perdida vida familiar: “Mi madre, todo lo confiaba a los insultos, la
limpieza y la cocina, a pasar con buenas notas el escrutinio de los vecinos. O,
en el peor de los casos, el rosario rezado en voz baja y a media luz las noches
que mi padre no venía a cenar. Yo no les traía problemas y sacaba buenas notas.
Era todo lo que les interesaba saber”.
El
personaje más denso, y también el más hondamente delineado, es Felisa, cuya
aureola de misterios y su accidentada vida anterior le proporcionan un estatuto
superior al de las demás estudiantes. La autora ha dosificado certeramente las
informaciones que poco a poco van desvelando las razones de su comportamiento,
así como las pesadillas y obsesiones que la atenazan desde las muertes de Celia
y Vera. También Marisol, y la propia narradora, son personajes matizados y
creíbles, como lo son los pequeños acontecimientos de la convivencia diaria, o
algunas de las leyendas que planean sobre el pasado de un colegio que fue
antaño un orfanato.
Las
poseídas puede leerse así, como un cuadro más -trazado con sutil y extremada delicadeza-
del paso de la adolescencia a la edad adulta por parte de unos seres que buscan
afirmarse sin tener que repetir módulos de comportamiento aprendidos; pero
también, deliberada o involuntariamente, el microcosmos de la residencia viene
a ser la alegoría de una generación -porque, sin pretenderlo, el escritor
compone su obra en un lugar, un tiempo y unas circunstancias determinadas que
la marcan-, de un país que pugna por desprenderse de todo lo que recuerde a
tiempos cercanos de ominoso autoritarismo y construirse su futuro con nuevas
premisas. No se trata sólo, pues, de una obra más de adolescentes vagamente
rebeldes y rebosantes de insatisfacción. Lo que distancia Las poseídas de otras
obras que cuentan la vida en una residencia femenina es que posee las virtudes
para ser entendida como testimonio de una época marcada por los convulsos
acontecimientos anteriores, pero también por la esperanza de un futuro menos
lóbrego. Y esto acredita el talento de la autora.
Betina
González (Buenos Aires, 1972) es doctora en literatura latinoamericana por la
Universidad de Pittsburgh y actualmente es profesora en la Universidad de
Buenos Aires, donde trabaja como investigadora en el área de nuevos medios y
literatura y, entre otras cosas, enseña escritura creativa y semiótica de los
géneros contemporáneos. En 2006 ganó el Premio Clarín de Novela con Arte menor,
su primer libro, y ese mismo año el Fondo Nacional de las Artes de Argentina
distinguió Juegos de playa con el segundo premio del Certamen Nacional de Libros
de Cuentos. El título La conspiración de la forma le valió el Premio Lozano de
la Universidad de Pittsburgh.
Con Las
poseídas mereció el VIII Premio Tusquets Editores de Novela.
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