jueves, 10 de septiembre de 2015

Denuncia y reflexión exponen las obras del artista ruso Pável Filónov en Málaga.

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Gaby Gazcón
Dirección General

Magaly, Israel y Viktor
Colaboradores

María Esther Beltrán Martínez
Corresponsal en España

Denuncia y reflexión exponen las obras
del artista ruso Pável Filónov en Málaga

+Obras con iconos que hacen reflexionar, sobre el pasado y presente.

María Esther Beltrán Martínez 

Málaga, Málaga.- La Colección del  Museo Ruso San Petersburgo recientemente ubicado
Pável Filónov.
en la Costa del Sol presenta su segunda exposición temporal,Pável Filónov. Testigo de lo invisible . Exhibe 66 obras entre dibujos, pinturas, acuarelas y objetos para que el visitante dialogue con el artista y poeta, ruso Pável Nikoláievich Filónov (1883–1941), considerado como uno de los maestros de las vanguardias rusas, la muestra contó con la curaduría de Yevguenia Petrova y Joseph Kiblitsky. La exposición estará hasta enero de 2016.
“El nombre de Pável Filónov era un enigma hasta hace muy poco no sólo en Occidente, sino también en Rusia”, tal y como indica la comisaria Yevguenia Petrova. “Esto es en parte consecuencia de una prohibición terminante impuesta sobre su obra, que se prolongará a lo largo de casi cinco décadas, así como del hecho de que Pável Filónov jamás salió de Rusia”, expresa Petrova en el preámbulo del catálogo expreso de la exposición.
La degeneración del intelectual .
1914-1915.
“Una prohibición terminante que duraría casi cinco décadas pesaba sobre su obra. En 1929 una exposición monográfica del artista aguardó casi un año  entero en las salas del Museo Ruso de la entonces Leningrado con motivo del XV aniversario de la instauración del poder soviético. Pero a partir de ese año sus obras quedan vetadas al público. Ni siquiera se mencionaba su nombre. Después de la muerte del pintor en 1941, durante el sitio de Leningrado, casi todo su legado  se conservó en la casa de Yevdokía Glébova, su hermana. Más tarde, ella donó prácticamente todos sus cuadros al Museo Ruso. De esta manera , en la sede de esta institución se reunió una extraordinaria colección de las obras de Filónov. En la década de 1970, el museo ya estaba preparado para enseñar al público los cuadros del artista y escribir una página más de la historia de la vanguardia artística de Rusia y del mundo. Pero la coyuntura del momento, en que se libra una lucha contra el modernismo y se sofocaban las libertades inclusión  en el ámbito de la expresión estética, no permitió que esta exposición llegará inaugurarse. El arte de Filónov molestaba a los entonces dirigentes de la vida  artística de la Unión Soviética. Sus obras se excluían  de las exposiciones temáticas y las publicaciones rechazaban cualquier artículo relacionado con el pintor. De esta forma  tan artificial se postergó el
Retrato de la cantante Ye.
 N. Glébova.
1915.
encuentro del público con este artista. Ni siquiera la exposición semiautoriada que se celebró en 1967 en Novosibirsk supuso un cambio radical en la trayectoria del artista. Esta ciudad siberiana quedaba demasiado lejos y fueron pocos los que pudieron ver las obras de Filónov. Es en 1988 cuando en el museo Ruso  se tuvo la primera exposición  monográfica de Filónov siendo una fiesta . Las salas estuvieron llenas de público cada día. Y el otoño de ese mismo año llegó a Moscú. En 1990 llegó a París en el mismo Centre Pompidou afianzó una reveladora exposición individual, a la que siguió otra, ese mismo año, en la Kunsthalle de Düsseldorf”.
Pável Filónov. Testigo de lo invisible, la primera exposición individual dedicada en España al artista ruso, la muestra abarca todas sus épocas y facetas: revelando su maestría al dibujo, su compleja capacidad expresiva, los escasos encargos que aceptó –sus únicos acercamientos al arte más oficial- y su creación personal, aquella que cumplía su propios preceptos de un Arte Analítico –su aportación más destacada como teórico del arte.
Familia Campesina, 1914.
Entre las piezas se incluye la bufanda que tenía previsto regalar a su esposa, Yekaterina Aleksándrovna Serebriakova: “dediqué a esta obra un mes y medio exactos (del 6 de julio al 20 de agosto, unas 16 horas al día)”, escribió Filónov en sus Diarios, quien quiso incluirla en la exposición celebrada en Leningrado con motivo del XV aniversario de la instauración del poder soviético. Por desgracia, escribió el pintor, “mi bufanda no se incluyó en la exposición”. Hubo que esperar a 1988 para que esta pieza singular se exhibiera por primera vez, en el Museo Ruso de San Petersburgo.
Al recorrer la exposición cada obra impacta, no sólo por la técnica sino por el contenido de cada una de ellas. El tema de la denuncia y de los derechos del ser humano castigados se ven y hace reflexionar en ¿cuánto ha cambiado la sociedad actual?
Las obras de Filónov son lecturas de la sociedad, pero a la vez comulga con elementos del
La barca del pescador.1913-1914.
Universo. La técnica nos reta y no descubrimos el inicio o final de la obra. Donde empieza la pincelada o donde termina.
En los cuadros titulados cabezas. La mirada atrapa, pero al desnudar cada espacio encontramos elementos de reflexión y curiosidad. Petrova al respecto comenta”Las personas que se transforman en animales y a la inversa, la génesis de una idea en la cabeza humana”.

Sin duda alguna, Filónov tiene que ser revalorado y darle el lugar que nunca tuvo en vida a tal grado que murió de inanición

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