lunes, 7 de julio de 2014

Picasso: El Minotauro en su laberinto en el Museo Casa Natal - Málaga, España.

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Gaby Gazcón
Dirección General

Magaly, Israel y Viktor
Colaboradores

María Esther Beltrán Martínez
Corresponsal en España

Picasso: El Minotauro en su laberinto
en el Museo  Casa Natal

María  Esther Beltrán Martínez Fotos: Carlos Santana Ruiz

Málaga, España.-  Fundación Picasso Casa Natal para este verano expone  Picasso : el
Minotauro en su laberinto, compuesta por un relevante selección de obra gráfica picassiana, revistas originales y libros e ilustra esta fascinante relación entre  el artista malagueño y la criatura mitológica en la  década de los años  treinta de su siglo pictórico.
El grabado se convertirá en estos años en su diario personal  más íntimo, y las historias protagonizadas por el monstruo clásico, el reflejo de sus miedos y obsesiones nacidas de la “peor época de mi vida”en palabras del propio Picasso: los años de la ruptura definitiva de su  primer matrimonio, con Olga Kokhlova, y el inicio de su relación con  la jovencísima Marie- Therérese Walter..
La exposición se centra en el mito del Minotauro y en su asimilación e incluso identificación por parte del Picasso. La muestra cuenta con el patrocionio de la Banca March.
Al empezar el recorrido por la muestra hay dos citas de  la primera sala que proporciona la clave para entender la exposición. Una de ellas es del propio Picasso.: “Si  se marcaran en un mapa todos los itinerarios que he recorrido y se unieran con una línea, ¿no  aparecería quizá  un minotauro?. La otra de su galerista y amigo Daniel- Henry Kahnweiler: “EL minotauro de
Picasso, que festeja, ama y se debate, es el propio Picasso”. Junto a estos indicios, la icónica fotografía de Edward Quinn en la que Picasso posa con una máscara de toro, da la pista definitiva: la criatura mitad toro, mitad hombre que vaga por el laberinto atemorizando a los mortales es en realidad  su alter ego. Picasso habla a través de la bestia mitológica de sus miedos y obsesiones, y el grabado se convierte en un diario personal.
José María Luna  Aguilar director de la Casa Natal,  describe una de las obras representativas de la exposición: “Un poderoso Minotauro, vigorosamente dibujado dirige  su mirada, entre amenazante y compasiva, a una niña, tocada con sombrero, que ilumina la escena con una vela que porta en su mano izquierda, mientras que con su mano derecha sostiene un ramillete de flores. Una representación de la ingenuidad , de la virtud y la inocencia, inerte  ante la terrorífica presencia  de este híbrido de animal y hombre. En el suelo pugna por levantarse un caballo que lleva sobre su grupa a una mujer torero desvanecida y que aún sostiene en su mano el estoque.  Al fondo, dos mujeres, apoyadas en una ventana, sobre cuyo alféizar se posan dos palomas. Mientras, por el lado  izquierdo, un hombre barbudo y casi desnudo, tan sólo cubierta en sus partes pudendas por una especie de  perizoma parece querer huir por una escalera. Y entretanto, en el lado derecho, una nube descarga una lluvia furiosa”

Agrega Luna que la Minotauromaquia es el mayor aguafuerte realizado por Picasso en su carrera de grabador y quizá por ello, el que condensa una de las iconografías más complejas en significados , que giran en torno a la lucha entre el bien y el mal, representada en la obra entre la oposición de la luz y la oscuridad que divide la composición  en dos planos, conceptuales y formalmente.
“En este combate entre la vida y la muerte la presencia de Marie- Thérese es una contante en los diferentes personajes femeninos  representados ( en ese momento ella está embarazada de cuatro meses) como símbolo de la luz, la paz y la inocencia. Enfrente, el  monstruo ciego de aspecto inquietante que se  redime ante la luz de sus errores y excesos del pasado ante la atenta mirada del hombre que sube la escalera, representación bien de Jesucristo o del escultor de la Suite Vollard. En suma, una muestra de la inagotable capacidad creativa de Picasso, que es sin duda el antecedente  directo de su lienzo más emblemático: el Guernica”.
Para cerrar con broche de oro la exposición culmina con la presencia en cuerpo y alma de la figura del Minotauro a través de diversas publicaciones que se deben a la pluma del escritor Jorge Luis Borges y otros autores, procedentes de colecciones particulares y de la Biblioteca Julio Cortázar y Legado Fernando Zóbel.

Para está exposición cuenta con un catalogo ilustrado de 108 páginas. 

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