domingo, 29 de junio de 2014

Warhol, Rauschenberg, Wesselmann, Lichtenstein, Hockney Hamilton son parte de los Mitos del Pop en el Thyssen-Bornemisza

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Gaby Gazcón
Dirección General

Magaly, Israel y Viktor
Colaboradores

María Esther Beltrán Martínez
Corresponsal en España

Desde España

Warhol, Rauschenberg, Wesselmann, Lichtenstein, Hockney
Hamilton son parte de los Mitos del Pop en el Thyssen-Bornemisza

María Esther Beltrán Martínez

 Madrid, España.- El Pop llega a la ciudad de Madrid con obras de maestros del arte
contemporáneo como:  Warhol, Rauschenberg, Wesselmann, Lichtenstein, Hockney, Hamilton o Equipo Crónica, entre otros. La sede donde se exponen más de cien obras es el Museo Thyssen-Bornemisza con la exposición  Mitos del pop.
La selección de obras  propone una visión renovada de esta corriente artística desde la perspectiva que ofrece el siglo XXI. Tiene como objetivo llevar al público por un viaje artístico en el que se visite lo pionero  del pop británico como el pop clásico norteamericano y su expansión por Europa. La muestra  rastrea  fuentes comunes del pop internacional y realiza una revisión de los mitos que definen al movimiento. Muestra imágenes de artistas significativos que  esconden un irónico y novedoso código de percepción de la realidad  que aún sigue vigente en el arte de nuestros días.
Después de veinte años de que se presentará en Madrid una exposición de arte Pop en el Museo Reina Sofía en 1992, ahora toma la batuta la curadora Paloma Alarcó, Jefe de Conservación de Pintura Moderna del Museo Thyssen y   presenta nuevamente una exposición de Arte Pop.
En esta ocasión proponen a diferencia de otras exposiciones antológicas o de retrospectivas de algunos de sus principales representantes que han tenido lugar en los últimos años,mostrando el pop como precedente de muchas corrientes artísticas contemporáneas, el planteamiento que propone Alarcó es enlazarlo con la tradición de la pintura, y reivindicar esas raíces que la propia colección permanente del Museo pone de manifiesto con su recorrido por más de setecientos años de historia de la pintura que culmina con la obra de algunos de los grandes nombres del arte pop.
La exposición está dividida en un  recorrido temático que pone de manifiesto esa  vinculación, organizando  las salas según  los géneros clásicos del retrato, la naturaleza muerta, la pintura de historia o el paisaje, y mostrando conjuntamente la obra de  las  grandes figuras  del  pop  norteamericano  y  británico con la de artistas españoles, italianos, alemanes o franceses que compartieron una actitud similar. 
Alarcó explica que la exposición Inicia con  una versión de 1992 de este famoso collage de Hamilton, en el que un culturista sujeta un enorme chupachup con la palabra POP (un fragmento de la marca de caramelos American Tootsie Roll Pop) en un interior moderno, con una televisión, un cómic enmarcado, un magnetofón, una aspiradora… todo lo necesario en los hogares de la  cultura de  consumo y que, para la Inglaterra de entonces, era un mundo idílico solo conocido por las revistas americanas.
“ El escocés Eduardo Paolozzi formó parte también de este grupo de pioneros británicos del pop; entre 1947 y 1952 realizó su serie de collages Bunk!, del que se presentan tres ejemplos realizados con revistas americanas de papel cuché, tiras de cómics o anuncios, y que se enmarcan en la misma línea de transformar el glamour americano en una imagen irónica. Con los collages de Hamilton y Paolozzi podemos considerar inaugurado el arte pop, que no comenzaría su andadura en Estados Unidos hasta los primeros años de la década siguiente. Andy  Warhol se convirtió en artista a través de la publicidad  y  del  cómic.  Después  de  trabajar  como ilustrador  y  publicista  para  revistas  como  Glamour  o Harper's Bazaar, o para la firma de zapatos Miller Shoes, en torno a 1960 y por caminos paralelos, tanto él como Roy  Lichtenstein  comienzan  a representar personajes de cómics  en sus  pinturas,  agrandando  los  dibujos  de  las viñetas  y  convirtiéndolos  en  obras  de  gran  formato”.
Utilizando las imágenes y técnicas de las comic strips (la característica trama de puntos estarcidos o técnica Benday pero  aplicada  manualmente)  Lichtenstein  anulaba  la textura y el gesto pictórico de sus predecesores abstractos y exploraba a la vez las complejas conexiones entre el arte y  la  cultura  popular.  Aunque  a  simple  vista  sus  obras parecen  simples  viñetas  agrandadas,  al  ser  analizadas detenidamente, observamos un personalismo retrato de la nueva América. Look Mickey, Forget it! For get me!, Vicki o Mr. Bellamy, que abren la exposición,  son un magnífico ejemplo de cómo logra transformar imágenes banales en auténticas obras de arte”.
El público durante su visita podrá disfrutar de emblemas desde mediados del siglo XX, el vertiginoso desarrollo de los medios de masas había invadido la sociedad de slogans y marcas que corearían de manera incesante la televisión, la prensa, los anuncios luminosos  y que,  como era de esperar, se  convertirían en un torrente de  ideas  visuales para  los artistas pop. Desde las famosas Dianas de Jasper Johns y Peter Blake hasta las marcas comerciales de Warhol, los emblemas poblaron las obras pop. Así como obras significativas como Diana verde de Johns, Lata grande de sopa Campbell’s rasgada (Black Bean) o Caja Brillo Soap Pads de Warhol, junto a otros ejemplos como Epifanía de Richard Hamilton, Coca Cola de Mario Schifano o EAT eléctrico de Robert Indiana.
En mitos se refleja el Hollywood que fue una máquina de fabricar mitos y muchos de ellos se convirtieron en motivos para los artistas pop: el italiano Mimmo Rotella nos muestra a Liz Taylor como reina del Nilo en Cleopatra; Ray Johnson, uno de  los primeros en  introducir a  las estrellas de  la música y el cine en unos pequeños collages que realizó en los años 1950, inmortaliza a Marlon Brando o  James Dean. También los
artistas  británicos supieron  combinar  la fuerza mediática  de  los grandes ídolos con determinados aspectos de su cultura popular y crearon sus propios mitos como The Beatles (The 1962 Beatles, de Blake) o The Rolling Stones (Liberación, de Hamilton).
Los retratos con  la  irrupción  del  pop  asistimos  a  una  nueva  reinterpretación  del  retrato. 

Los procedimientos mecánicos cambiaron las relaciones entre la subjetividad individual y la conciencia de masa,  y  los  artistas rebasaron  los  límites del original  al reinterpretar  imágenes preexistentes; un nuevo  y deliberado  compromiso  con  la propia  idea de  imagen que podría  interpretarse  como  el cuestionamiento de la individualidad a favor del estereotipo o del anonimato. Numerosos retratos y autorretratos pop, utilizan con frecuencia imágenes fotográficas o recortes de revistas para su elaboración; así lo vemos en Autorretrato con guitarra azul de David Hockney, en Retrato de David Hockney en un interior español de Hollywood de Peter Blake o en Hombre reflejado de Allen Jones. 
El paisajes, interiores, naturalezas muertas fueron tema de la re interpretación de la pintura pop  convirtiendo  la  historia  del  arte  en  un inagotable  banco  de  imágenes.  El  paisaje  impresionista  y expresionista o la propia tradición paisajista norteamericana confluyen  en  la  versión mecanizada  del  pop,  como  en  Cielo Amarillo de Roy Lichtenstein o en los paisajes urbanos de Ed Ruscha,  inspirados  en  las  grandes  urbes  de  la  costa Oeste norteamericana. 
Con el erotismo urbano la profunda transformación de actitudes y normas sociales que trajo consigo la revolución sexual contagió  todas  las  esferas  del  mundo  occidental.  Como  consecuencia  de  ello,  los  medios  de comunicación se inundaron de metáforas eróticas protagonizadas por mujeres seductoras y hombres atractivos  que,  inmediatamente, se  incorporaron  al repertorio  plástico  del  pop.  Ya  en  el famoso
collage de Hamilton había una  evidente referencia  al nuevo  culto  al  cuerpo del  culturista  y  a  la sensualidad  artificial  de  la  chica  pinup  del sofá.  Richard  Lindner,  Allen  Jones,  R.B.  Kitaj,  Tom Wesselmann,  James  Rosenquist,  Andy  Warhol  y  otros  muchos  artistas
relacionados  con  el  pop participaron en 1966 en la exposición ‘Erotic Art 66’, celebrada en la Sidney Janis Gallery de Nueva York,  para resaltar  el  carácter  obsesivo  que  había  adquirido  en  el  arte  el  erotismo  de  la  nueva sociedad.
La pintura de historia  acontecimientos  históricos  o  determinadas  efemérides contemporáneas  fueron igualmente  cruciales  para  la iconografía pop. El legado de la pintura de historia junto a la profusión  y  la  difusión  inmediata  de  imágenes  de  cualquier suceso  a  través  de  los  media  ofrecía  a  los  artistas  una
oportunidad inigualable de repensar y reinterpretar la historia presente y pasada a través de los nuevos medios artísticos. 
Andy Warhol fue un verdadero cronista de su tiempo: la llegada del hombre a la Luna, o el asesinato de Kennedy a través de la imagen  de  su  viuda,  Jackie,  son  algunos  de  los  ejemplos reunidos en la sala. El patriotismo que desencadenó la voluntad de reforzar  la  identidad  americana durante  la posguerra o el precario  equilibrio  del mundo, fueron temas reflejados  en  la obra de artistas como el norteamericano Robert Rauschenberg
(Retroactivo II), el italiano Mimmo Rotella (Viva América) o el sueco Öyvind Fahlström (Balancín rojo). 
En  España,  la  falta  de  legitimidad  democrática  del régimen franquista desencadenó una progresiva conflictividad política y un descontento social que tuvo también su reflejo en el arte.

Sin duda alguna es una excelente exposición que verán miles de españoles y visitantes extranjeros. 

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