domingo, 13 de octubre de 2013

Desde España: Filosofía de la vida presente en Andalucía. El profeta loco presente en la sala de un museo como en el escenario de un teatro


Gaby Gazcón
Dirección General

Reyna, Violetta, y Viktor
Colaboradores

María Esther Beltrán Martínez
Corresponsal en España

Desde España:

Filosofía de la vida presente en Andalucía

El profeta loco  presente en la sala de un
museo como en el escenario de un teatro

María Esther Beltrán Martínez   Fotos: Daniel Pérez / Teatro Echegaray

El Profeta Loco

Andalucía, España.- ¿Se imagina usted que diría y qué acciones tomaría Jesús de Nazaret si viviera en la actualidad? ¿qué les diría aquellos que comercializan con su nombre y con su imagen clavada en la cruz?¿cuál sería su diálogo con su padre al ver todos los problemas que hay? Las respuestas son las que dan forma al montaje de la compañía Avanti encabezada por el actor  Eduardo Velasco, nacido en Santa Coloma de Gramenet, criado teatralmente en Málaga y curtido en series como El internado o producciones teatrales como De ratones y hombres.
El profeta loco es el título de la obra que  empezó a maquinar la idea de interpretar a Jesucristo en una conversación con compañeros teatrales. “La subida del IVA, que fue del 18 al 21 por ciento, el descalabro de la profesión y el éxodo de compañeros hacia América Latina fueron las espoletas que me convencieron de sumar esfuerzos con  Avanti, una compañía con un claro teatro de compromiso social, ideológico y político” explica Eduardo Velasco.

 “Hemos conseguido un espacio mágico con este espectáculo. Y es que el envite era mayúsculo: recrear en escena a una figura histórica tan poliédrica, estudiada, interpretada, reinterpretada y manipulada como la de Jesús de Nazaret un personaje cuyo mensaje de amor ha sido completamente tergiversado”.
Velasco comenta que un personaje como Jesús implica pasar por muchas emociones. que enfrenta  al público por más de una hora ante un personaje  humano mostrando a un tal Jesús como trabajador de la cruz.
Con un escenario sencillo y una música muy bien elaborada que da el clímax en cada escena que traslada a la quietud que tiene una noche de luna llena en la austera capilla de un monasterio.
La luz plateada cae sobre el crucificado y cuando los ecos del canto gregoriano se apagan, un hombre baja de la cruz con cautela. Tiene hambre y sed tras todo el día en su puesto de trabajo. Otra noche a pan y vino y van ya dos mil años. Se enfrenta a sus miedos y fantasmas. Siente la garra de la soledad, pero no está tan solo como cree. Y una pregunta subyace en sus reflexiones, ¿qué hicieron con todo aquello por lo que se sacrificó?
La actuación del actor Eduardo Velasco es suprema. El manejo de su cuerpo y de voz lleva al público a momentos de reflexión, de risas y tristeza. Por lo que al finalizar la obra es ovacionado por varios minutos. Sin duda alguna Velasco se entrega completamente en su personaje.
Velasco no sólo se atreve a poner el Poeta Loco en uno de los teatros municipales de Málaga, también se sube a la cruz por diez horas en el Centro de Arte Contemporáneo de Málaga.

La performance es una invitación al espectador a reflexionar sobre un tal ‘Jesús’ como trabajador de la cruz. Su jornada laboral es una jornada de crucifixión. Y mientras él espera, el mundo y el tiempo pasan cabalgados por la historia diaria. Un Jesús que trabaja para múltiples ‘empresas’ multinacionales que lo tienen en nómina en calidad de icono mágico y referente primigenio. Su labor diaria y única consiste en estar ahí, en exposición permanente ante todos, comenta Velasco quien entiende la necesidad de exponer, y exponerse en primera persona, como modo de crítica para visualizar un proceso bimilenario de explotación, degradación y manipulación.
“Lanzó un grito silencioso al espectador para dar a entender que todo es mercado. Que las religiones son empresas y que Jesús ha devenido en mercadería fetiche. En definitiva, la propuesta pone en juego el tiempo, el espacio, el cuerpo del artista y la relación entre éste y el público con el propósito de evidenciar la metamorfosis y la involución de un mensaje radical de transformación social y política reduciendo a su protagonista a mero objeto de adoración”.

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